Siendo una mezcla de sabores indescriptible por la mezcla de ajonjolí, platano macho, y cacahuate freidos, el mole poblano se cataloga como un platillo intercultural de la gastronomia prehispánica, francesa y española. Difícil para algunos paladares, este platillo se puede acompañar con la mayoria de platillos acompañados de tortilla,
Un platillo de esta índole tiene precedentes en un México prehispánico, en donde se le ofrecía un platillo similiar a grandes figuras sociales de la época, y que ahora se ha convertido en una representación culinaria no sólo de Puebla, sino de todo México.